Rope Cat Flogger
Los linchamientos, o gatos de cuerda, se originaron como herramienta para castigar a los marineros. Este castigo se utilizaba en casi todas las marinas. Un azotador era un lazo tejido con cuerda de cáñamo de nueve cabos, rara vez el número de cabos era diferente: de 7 a 13, lo que venía determinado por el número de cabos de los cables utilizados en una flota determinada. Esta herramienta podía fabricarse de dos maneras: desenrollando un cabo grueso, o doblando el cabo y luego cortando el pliegue por un lado y atando el otro con uno de los cabos. Los extremos de las gateras se aseguran para que no se desenreden (y para aumentar el impacto) con el llamado "nudo de sangre", de donde le viene el nombre. Las gateras varían en impacto, dependiendo del material de fabricación, su longitud y el grosor de sus colas. El cáñamo, como en los gatos marinos, y el yute son materiales duros y traumáticos, mientras que el algodón y el lino son mucho más blandos. Son estas últimas las que se suelen utilizar si no se quiere recibir gasazos. Las cuerdas trenzadas son más rígidas y pesadas que las retorcidas. El diámetro de los extremos es de 6-10 milímetros, y la longitud puede superar el metro: ya de esto se deduce lo serio que es el artefacto del gato. Los gatos (mudas) en la historia. Históricamente, los gatos podían ser simples y "ladrones", más pesados y duros. Los golpes solían darse en la espalda, al mismo tiempo que se daba un paso adelante y con el hombro, lo que significa que el gato describía un arco muy amplio. De este modo, la fuerza del golpe aumentaba considerablemente. El número de golpes podía ser de una docena a doce docenas. Ya después de unos cuantos golpes había sangre en la espalda. Además, los extremos del gato se pegaban formando un torniquete, y los golpes se volvían demasiado fuertes, traumatizando los órganos internos. Por eso, después de cada docena de golpes, el ejecutor del castigo (normalmente el contramaestre o su ayudante) separaba de la sangre los extremos del gato con las colas pegadas. Hasta el día de hoy, la lengua inglesa conserva la expresión "To scrape the cat", traducida como "peinar al gato", que hoy significa simplemente "aliviar el sufrimiento".
