REGISTRO

Látigo

El látigo es el dispositivo BDSM más difícil de controlar. Hay variedades de látigos con mango rígido y sin él, con diferentes longitudes de la cola (desde 1,5 metros y más), con diferente tejido (plano o cónico), con una driza trenzada o con un nudo y un badajo en el extremo. Las distintas variedades de fustas pueden tener nombres propios. Todas las fustas se dividen en dos grandes grupos: ligeras y pesadas. La técnica para trabajar con ellos es muy diferente. Un látigo pesado se dirige al objetivo por su propio peso y amplitud de movimiento. Un látigo ligero debe ser "enviado" con fuerza. Por eso es mucho más fácil azotar con un látigo pesado, y su golpe es mucho más preciso. La precisión del golpe de un látigo es inversamente proporcional a su longitud. Lo mismo puede decirse de la frecuencia de los golpes: un látigo largo requiere cierto tiempo de preparación para cada nuevo golpe después de la vuelta. Por lo tanto, la longitud de un látigo para trabajar sobre un hombre suele estar dentro de los tres metros. Un látigo trenzado con un cono es mucho más cómodo de manejar que un látigo trenzado recto. Técnica del látigo. El látigo requiere una buena técnica, y en manos ineptas es peligroso no sólo para el inferior, con el movimiento inverso del látigo Superior puede golpear y a sí mismo - tales son las características del trabajo con este dispositivo. En primer lugar usted necesita aprender - ya sea de un sádico con experiencia, o al menos de videos de entrenamiento. Hay varias técnicas de enviar el látigo, y la conveniencia de cada uno para un sádico en particular depende de sus datos físicos y las características del propio látigo. El látigo se utiliza tanto para golpes punzantes y rodantes, como -el único de los dispositivos- para golpes contundentes. Hay una serie de ejercicios para practicar la precisión. Por ejemplo, es necesario tanto golpear en un punto determinado de la pared, como dirigir el golpe entre los puntos previstos. Tradicional para el segundo caso es el entrenamiento con cajas de cerillas. Para controlar el látigo en vuelo, se entrena en apagar la llama de una vela: se apaga con el aire, no con un golpe directo. Por separado, se entrena el golpe de azote. Para ello, se realiza un envío lateral en círculo a un punto determinado de la pared, de forma que el extremo devuelto del látigo llegue exactamente a la mano izquierda (¡utiliza un guante!). También se puede practicar con los ojos cerrados para memorizar la posición de los músculos durante el vuelo a nivel de las sensaciones.